El Athletic Club ha despedido a una de sus figuras más simbólicas fuera del césped. Juan Antonio Virumbrales, socio número uno de la entidad, ha fallecido a los 99 años, dejando tras de sí una vida entera ligada a los colores rojiblancos.
Socio desde su infancia, Virumbrales vivió todas las etapas del club, desde las grandes gestas en blanco y negro hasta las noches más recientes en el nuevo San Mamés. Testigo de generaciones de jugadores y entrenadores, encarnó el espíritu de fidelidad que distingue a la afición bilbaína.
En la medida de lo posible, no se perdía las asambleas de compromisarios, donde participaba con interés y compromiso, demostrando que su implicación con el club iba mucho más allá de los partidos.
Hace tan solo cinco meses, Telebilbao tuvo la oportunidad de entrevistarlo en un emotivo encuentro en el que repasó recuerdos y vivencias de casi un siglo como socio: «Lo lamento, por no poder ir a San Mamés porque me falla la vista, pero siguiendo la norma del Athletic dejo el carnet», recordaba Virumbrales orgulloso. Aquí pueden ver la entrevista completa, un testimonio que hoy adquiere un valor aún más especial.
A lo largo de casi un siglo de vinculación, su pasión por el Athletic no se limitó a ocupar un asiento en el estadio. Fue memoria viva de la historia rojiblanca, un referente para socios y seguidores, y un ejemplo de compromiso inquebrantable.
Con su fallecimiento, el club pierde a uno de sus emblemas silenciosos, aquellos que no visten la camiseta en el campo, pero la defienden cada día desde la grada y el corazón. El rugido de San Mamés tendrá, a partir de ahora, un eco más íntimo, recordando a quien representó como pocos el alma de la afición.
